lunes, 5 de noviembre de 2007

LA DICTADURA EN ARGENTINA

Dictadura, es una honrosa manera de expresar con palabras la acción de asesinar, de destruir lo que se opone a los fines de un grupo que han decidido cómo debe ser el futuro de las próximas generaciones.
Sus reglas y normas se ajustan a la disciplina militar, donde el de más arriba doblega al de más abajo, el de más rango al de menor, el más fuerte al más débil, el más rico al más pobre.
No importan otros ideales ni pensamientos que los de la dictadura.
Pero no debemos confundirnos, el fin último está “escondido”, reservado para unos pocos al servicio de otros más poderosos, los ejecutores de planes y torturas están al servicio de los fuertes. Son sicarios envalentonados por recomponer el orden que precisamente desordenan.
En la Argentina, el 24 de Marzo de 1976 asume la Junta de comandantes (“para realizar el Proceso de Reorganización Nacional”) estos señores o mejor dicho dictadores de pie a cabeza, inician el “Proceso de Aniquilamiento Nacional” se apellidan Videla, Massera y Agosti, los nombres no importan , sólo importan a los otros ciudadanos Videla, Massera y Agosti que por desgracia o casualidad les tocó portar el mismo apellido en su documento de identidad y que deseosos querrían cambiarlo por cualquier apellido , aunque sea tan común como García o tan difícil de pronunciar como Gomborwiczs. “Por favor, le aclaro que me llamo Roberto Videla y no Jorge Rafael” dice un desatinado obrero pidiendo trabajo en una vieja industria que intenta resucitar de la destrucción del período donde estos señodictadores gobernaban para bien de unos pocos y malaria de muchos.
Es cierto que la cosa venía mal, toda la culpa no viene de afuera, muere Perón en 1974 y asume la Isabelita de Perón y su fiel amigo López Rega , amigo, pero de cuanta secta anda suelta, pero en especial de su organización preferida “ La Triple A “ (Alianza Anticomunista Argentina” que bien pudo llamarse “ La cuádruple A “ Alianza Asesina Anticomunista Argentina”, pero el nombre no le hace a éstas asociaciones sino su accionar y el de ésta, no fue ni limpio ni moral, pero la recordamos para no olvidarnos, aunque no sea grato el recuerdo, hacerlo puede servir para no dejar que vuelva a ocurrir la invasión de semejantes personajes que ultrajaron nuestra historia.
La fuerza política mayoritaria, el peronismo quedó fracturado, el grupo peronista Montoneros, visto al principio con simpatía por la ciudadanía, se acerca al ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) de origen Marxista y empiezan actos crecientes de violencia.


Al asumir la Junta de Gobierno Militar, el propio estado se convierte en una célula terrorista (“Guerra Sucia en su propia explicación) y prepara el terreno en forma clara y definida para establecer una nueva política (“neoliberal”) al servicio de los más poderosos, que colocan al frente del ministerio de economía a gente “inteligente y capaz”, pero capaz de ponerse al servicio de los grandes capitales, en fin, traidores a la patria, pero no a sus principios, si son principios o más bien finales que exterminan a los que tienen ideas de grandeza y que ante el atropello de sus ideas y de su palabra pensando en los más débiles, también se transforman en subversivos y otros en asesinos subversivos cerrando el ciclo del desorden.
Para la Trilogía de Gobierno, los que se oponen se los denomina terroristas, palabra que implica infringir terror. Terror, a quién? se pregunta el ciudadano común y el dictador contesta, a cada uno de nosotros, pero el nosotros no es el ciudadano común que trabaja y desea ver realizados sus simples deseos, sino en contra del estado campeón del terrorismo organizado.
Al principio se prohiben las movilizaciones de la gente y de los obreros que parecen tener poco linaje como para reunirse en marchas callejeras y peligrosas.
Las huelgas son tomadas como agravios al orden a implantar, que se debe respetar cueste lo que cueste.
En los descuidos del estado, el país entra en un endeudamiento programado y progresivo, la deuda externa avanza con pies de elefante y aplasta a los más indefensos.
El estado responde con operaciones de “aislamiento”, podría también nominarse como de “sumación“ porque colaboraron en el proceso, nada más ni nada menos que 100.000 miembros comprometidos de cuerpo y alma con el aniquilamiento, haciendo desaparecer todo lo que molesta a su finalidad, y suma, suma 30.000 desaparecidos en Argentina.
Desaparecidos, aparece ésta nueva palabra en el lenguaje de los argentinos, que de a poco se hace tan común como nuestro popular mate amargo. Con el tiempo ésa palabra, se hace más amarga que el mate porque vemos su significado real.
Por desaparecido puede entenderse que la persona que se fue en forma imprevista y sin avisar, que no tuvo ganas de quedarse, o que le gustó más una playa del Caribe que las calles bacheadas de nuestra ciudad o puede significar que fue sacado de su casa por sicarios portadores de armas de grueso calibre, cabalgando en forma furtiva en un Ford Falcon verde de la época, llevándose consigo a los que distribuyen panfletos subversivos, o aquel que lee irrespetuosamente los libros del Che Guevara o se deja crecer demasiado la barba y se parece a Fidel.
A veces los hijos de los desaparecidos quedaban solos en la casa y otros eran llevados para ser entregados a padres adoptivos que comulgaban con el régimen y comulgaban los domingos en misa.
Se habla de “listas negras” que atemorizan al más guapo, verdaderas cacerías de dirigentes gremiales, despedida sin fiesta a los gremios y sindicatos donde hay “muchos zurdos” y nosotros somos diestros.
La prensa bien controlada, con la lengua cortada, que digan lo que hay que decir y nadie sabe lo que sí se debe decir, o bien si saben pero pocos se animan y la pagan caro, muy caro y desaparece algún periodista valiente porque dijo o esbozó decir lo que no tenía que decir.
Eran desaparecidos en secuestros nocturnos, donde los encapuchados eran los secuestrados, porque los secuestradores gozaban de tanta impunidad que ni la cara ocultaban, aunque sea para no evidenciar una sonrisa o mueca del logro obtenido y misión cumplida.
Secuestro implica ilegalidad nada menos del que tiene que ser el ejemplo de legalidad, el gobierno, sobre todo si quiere ser el gobierno de la reorganización nacional, como su título lo ennoblece pero sus actos lo ennegrecen por el terror.
Secuestro es privar de la libertad sin orden judicial con cooperación de la policía y de la Triple A.
En algunas de las “redadas de los grupos parapoliciales”, caen jóvenes que viene de sus pueblos, que caminan inseguros por la nueva ciudad y el estruendo de una bomba los convierte en culpables, porque hay que encontrar al culpable, sea culpable o inocente y someterlo a la tortura física y psicológica , que el pobre ignorante sometido a tantos vejámenes a los que nunca tuvo en sus sueños ni se preparó para recibirlos se autoacusa de algo que no hizo, y recibe con desesperación, sin quererlo ni merecerlo la brisa brutal de la desaparición sin despedidas y el otro abusado y secuestrado que se quedó con tan pocas palabras que no pudo decir ninguna, no porque no quería decir que era de un pueblito de la provincia de Santa Fé , llamado San Cristóbal, sino porque el Santo Cristóbal lo ayudó y el terror inesperado lo hizo tartamudear para siempre y logró convencer con su mirada al torturador de no le quedaba nada por decir y tampoco nada en el interior de su persona para canjear por su merecida libertad y al fin puede que la consiga y que lo arrojen en algún barrio lejano donde su reciente dificultad en el lenguaje no pueda ser escuchada o si se escucha no se entienda o se confunda con una borrachera sin alcohol .



Pero la tortura seguirá en otros, el guardián enardecido puede violar a la prisionera de turno, aunque ella esté parapléjica por una bala de origen que sólo el estado conoce y que se incrustó en plena médula espinal.
A pesar de que su palabra ya estaba aniquilada, quisieron asegurarse que sus piernas no puedan correr a comunicar lo que está sucediendo en el país, pero el guardián cree que es el dueño de ése pedazo de cuerpo, el que aún le resulta apetecible y se introduce en la cama de la sin piernas móviles, ante la presencia de las otras enfermas en la sala común de neurología del Hospital San Roque y cumple con su cometido, eyacular su odio en la vagina inerte de la hermosa parapléjica que ya no llora, sino que recuerda las frases de luchar por la igualdad, la solidaridad y la fraternidad entre los seres humanos.
Al otro día las enfermas testigos indudables del hecho, se miran y quedan sin palabras, como si nada hubiera sucedido, la violada también calla, como que no hay a quién reclamar, el guardián ha cambiado por otro guardián , con iguales intenciones, pero ahora es de día y cuando parece que se insinúa tibiamente algún comentario del horrible, pero presentado como siempre dudoso hecho, la terrorista sin piernas es trasladada vertiginosamente quien sabe a que otro lugar , para continuar con las torturas, vejaciones o una bala mejor ubicada en su cuerpo que se compadezca de ella y pase a figurar con un nombre simple de desaparecida en acción en un traslado hacia la nada.
Pero hay otros tipos de torturas, la picana eléctrica, donde el torno del odontólogo parece un juguete que bailotea en nuestra boca, cuando se lo compara con la 220 en forma directa sobre los pechos humedecidos por el agua o por las propias lágrimas de dolor.
Para los que tiene claustrofobia o asma bronquial donde el pecho se cierra asiduamente, el mejor método de tortura es el “submarino”, método simple, rápido, repetible y barato que consiste en colocar una bolsa en la cabeza del no voluntario y sumergirla en un tacho con agua, hasta que los pulmones digan basta y tenga ganas de decir hasta el tercer nombre de su tatarabuela que obviamente se ha olvidado.
Para los más entrenados la tortura física es resistible, por lo que hay que pasar a la psicológica, el ataque más asesino y cruel, una bomba atómica para cada neurona que no quiere seguir pensando, pero esto ya es demasiado, todas las noches es sacado de su celda y enfrentado a un pelotón de fusilamiento, el cual es postergado para mañana por orden de un superior y vuelto a la celda humedecida a la que pensaba no volver a ver. Con los días el prisionero subversivo manejado por las fuerzas del orden ya no sabe que es sueño y qué realidad.
Noche tras noche se repite la obra teatral, exterminando las fuerzas del acusado, hasta que una de ésas noches liberadoras del suplicio, uno de los ejecutores tiene una gota de piedad y carga una bala de verdad, que le atraviesa el lóbulo frontal para que nunca más sea subversivo a las ideas del gobierno y a sus buenas costumbres.
Pero si es buena costumbre enterrar a los muertos, pero eso sí en fosas comunes apilados como ratas para que los cadáveres tengan una merecida salud comunitaria y pierdan totalmente y para siempre su identidad.
Los Centros de Detención clandestinos germinan por toda la pobre república, el principal yace en Buenos Aires, donde todo se cocina, y se cumple el dicho popular de que “Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires”, y en esa gran urbe donde todo se diluye,
el ESMA se transforma en la catedral de los centros de tortura, allá en el tercer piso están los que no han cumplido con los preceptos implantados por la Gran Junta, en la planta baja es el centro de tareas de inteligencia, operaciones y logística, en este caso se entiende por inteligencia, organizar y arbitrar todos los medios necesarios para destruir al enemigo, aniquilarlo para que futuras generaciones no crezcan subversivos…ni inteligentes.
Por último en el subsuelo está la sala de torturas custodiada e instrumentada por personal calificado y adiestrado cuidadosamente. El horror crece, aumenta con cada nueva acción, los hijos nacidos en la clandestinidad de madres subversivas sin futuro, son entregados, apropiados ilegalmente, como hijos adoptivos de familias cómplices o que tampoco quieren saber la verdad como el resto de la sociedad, quitando a ésos niños su verdadera identidad, para que en el futuro que estos sí tienen, por designio de los comandantes, no sean subversivos como sus progenitores.
El Pueblo, los ciudadanos y los familiares de los desaparecidos se llenan de temor.
El miedo de los padres dicta consejos como el “no te metas” “algo habrán hecho”…..y cumplen con el objetivo de los dictadores que es acallar a la sociedad entera.
Los padres por amor al hijo acuerdan sin darse cuenta con los objetivos del régimen, otras veces tratan de dudar ante tantas evidencias y dicen “llevas los documentos”?.
Ese “no te metás” hizo mucho daño a jóvenes con ideales solidarios que se sintieron cobardes por el resto de su vida, por no haber sacrificado su vida a una causa compartida.
El objetivo es implantar el terror, el terrorismo de estado, todos tienen miedo, miedo a verse comprometido por un comentario, miedo a ser amigo de tal o de cual, miedo a charlar con un sacerdote con huevos, , que se levanta del púlpito y le avisa a la gente lo que está pasando, miedo a que sea un sacerdote que colabora con el régimen y la iglesia calla, miedo a visitar una villa miseria porque es lo que hacen los subversivos, temor a luchar por un salario digno en el medio de una inflación creciente.
El miedo es contagioso, es una gripe que no se cura con aspirina y cama, avanza, se escurre, se infiltra en cada persona y en toda la sociedad, miedo a saber, a desmentir evidencias.
Durante el mundial de fútbol en Argentina 78, el mundo hablaba desde Europa, desde Francia en algunas pegatinas callejeras veíamos los campos de fútbol argentinos rodeados de alambres de púas, simulando campos de concentración y la gente aún lo negaba…”no es para tanto” “es solo un grupito de comunistas”…y las aberraciones llovían tanto como los deseos de no conocer la atrocidad evidente, poco creíble para que sea cierta.
Los estudiantes se sienten acorralados entre entregarse a cumplir con sus ideales de justicia social o caer bajo las garras desconocidas de la desaparición. Desaparecen profesionales, abogados defensores de la causa de desaparición de personas, monjas, sacerdotes tercermundistas, que “culpa” del Papa y su encíclicas tiene que donar sus vidas .Qué Papa ni ocho cuartos en Argentina mandamos los que tenemos poder, los que somos dueños de la vida y de la muerte, casi como Dios que se hizo persona en ésta nueva Trilogía con charreteras.
Cuando un joven sale a la calle se palpa a cuerpo entero para comprobar que tiene los documentos que lo identifica, no sé para qué porque en estas situaciones las identidades se pierden y el peligro es para todos con o sin DNI. Como consigna antes de salir es muy conveniente revisar los bolsillos no sea que un papel, folleto, dibujo o raya no identificada pueda relacionarse con una asociación que conspire contra el “gobierno de liberación nacional”…liberación de qué? Y de qué nación? Quedará algo de ella después de ellos?
Los padres de los desaparecidos también tienen miedo, por el resto de su familia y por el mismo desaparecido, no sea que su búsqueda le empeore las cosas, no sea que lo maten la puta madre que los parió.
El miedo se metió en cada neurona de nuestro cerebro y tenemos millones y millones de miedo que se incrustaron mortalmente en cada uno de nosotros, los argentinos que estamos vivos.
Otros para seguir vivos deben vivir el exilio, dejar sus casas y sus olores, alejarse con lágrimas de sus seres queridos, que también con lágrimas les piden que se vayan, aunque el corazón se les esté explotando de dolor.
El régimen para aumentar su poder en base al terror, responsabiliza a los padres por la actitud subversiva de sus hijos y promete represalias en forma subliminal. Las familias están que me animo, que no sé, que es mejor, que es peor, el miedo inmoviliza y hace callar lo que en otra situación aullaríamos con estruendos y patadas.
Los campos de concentración siguen creciendo, en Córdoba, “La Perla” y varios más, 198 apenas, se cuentan historias verdaderas e imaginarias que hacen crecer el temor y los centros clandestinos no dan abasto con sus huéspedes y ya son más de 300 centros…campos de tortura…fosas comunes…campos para obtener información para seguir matando a los que mataron y a los otros.
Los métodos programados por el estado para combatir la subversión resultan ser peores que el mismo supuesto delito. El estado se convirtió en flagelo social y base sólida para la corrupción.
Atrás, en el trasfondo de las dictaduras siempre hay un beneficio económico, un materialismo histérico que se transforma en forma mágica en un juguete rabioso que destruye la economía, destruye la industria nacional para que tengamos dependencia y establece un país agro exportador para beneficio de unos pocos y ganancias de los de afuera.
Se aumentan las tasas de interés en el mercado financiero, la “bicicleta financiera” para beneficio de los que tienen el capital y perjuicio de la mayoría que lucha para “llegar al fin de mes”.
Cunde siniestramente la especulación, la “plata dulce”, con un ministro de economía, que mejor no nombrarlo, porque puedo infartar a muchos industriales y trabajadores, que estaba “adecuado” a los planes externos e internos.
Este ministro representante de otro más poderosos se encargó, sin obvio control parlamentario, de modificar las leyes de contrato de trabajo, modificar los impuestos para beneficio de los que le otorgaron el cargo y abrió las ventanas a los capitales “golondrinas” que hacía su mejor negocio y se retiraban oportunamente ayudados por su fiel consejero.
Las privatizaciones de las empresas del estado que podían dar ganancias fueron legalmente privatizadas con absurdas y secretas licitaciones, siguiendo las normas del mejor libro de textos, para que un futuro presidente democrático, Carlos Menem las aplicara al pie de la letra, con punto y coma y vendiera para beneficio de otros pocos hasta las “joyas de la abuela”.
Este casi señor pero ministro con todos los poderes aumentó el presupuesto en Defensa, para defendernos de quién? la insana guerra de Malvinas demostró que no podíamos defendernos de nosotros mismos.
Sin mucho esfuerzo logró reducir el presupuesto en educación, salud y vivienda, tres cosas esenciales donde el ministro y sus amigos no tienen ni tendrán problemas por varias generaciones, salvo que les salga un nieto subversivo, subversivo a la corrupción y al implante del terrorismo de estado.
La consecuencia de todos estos voluntarios y descabellados desatinos son el aumento de la concentración económica, la inflación, los niveles de pobreza y la corrupción de unos pocos al principio, pero que se hará progresiva y cuando la corrupción se mete es una marea imposible de bajar, la sufrirán varias generaciones y será la base de grandes injusticias sociales futuras. Para coronar su actuación el ministro de economía y también de finanzas del estado resuelve estatizar la deuda privada, para que paguemos entre todos los compromisos y deudas de poderosos grupos económicos amigos del ministro con todos sus poderes. Amigos son los amigos, no?
El Fondo Monetario Internacional otorga créditos a diestra y siniestra a los gobiernos de turno en Latinoamérica, saben bien que esa deuda es incobrable, pero establece dependencia económica, para el negocio de los fuertes mientras que las dictaduras establecidas o las democracias endebles de toda Latinoamérica estén postradas a los mandatos económicos.
La consecuencia más grave de estos programas económicos programados, con perdón de la redundancia , es que rompe las cadenas de unión entre las clases sociales, desaparece la clase media y se establecen dos clases, los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres, crece la corrupción para llegar al estrato social más alto, se pierden los verdaderos valores, se globaliza a las personas y se impone la histeria descontrolada de la sociedad de consumo y del materialismo en su máxima expresión. Se premia el individualismo y se establece indefectiblemente la ruptura de la sociedad solidaria.
La nueva democracia y futuras generaciones no podrán aunque lo deseen, escapar a está ecuación matemática y se tendrán que contentar con algún aumento en las retenciones al agro para poder contentar en parte a la masa empobrecida, en dinero, en cultura no reversible, en alimentos para niños desnutridos que mañana votaran por el que le arroje con o sin piedad una bolsa a medio llenar de alimentos…o una bolsa de promesas que no cumplirán.
Esos que se llamarán políticos, algunos de ellos, serán parte de la primitiva dictadura que se habrán sacado el saco militar pero siguen con la estructura inicial de que no le importa más que su poderosa palabra.
La palabra es la expresión de libertad. Intentar acabar con la palabra es romper en lo más profundo el pensamiento de un hombre, es dejarlo en la desesperanza de la soledad.
Aniquilar la palabra es tratar de poseer al hombre por completo, quitarle las ideas y destruir lsu mente, cosa que hacían las dictaduras en Argentina. El horror fue tan grande que se quedaron con las palabras y con los cuerpos.
Argentinos nunca olvidemos, no perdamos la memoria porque otros alucinados pueden intentar repetir la historia del terror. La justicia y sólo la justicia permite el perdón, pero nunca el olvido de lo que pasó en Argentina, nuestro país.

1 comentario:

nuestra AGUA es DE ORO dijo...

doctor, me sorprendio gratamente su escrito.
ingresé para informarme de la "epilepsia mioclonica juvenil" y me encontré con "dictadura"
digo gratamente, porque ademas de ser un buen medico, puede ser una mejor persona
felicitaciones
carlos guillot